El colgante


Hoy, mientras iba por la calle, me he encontrado con un viejo amigo, he parado ha saludarle y hemos estado hablando durante un buen rato, pero justo antes de finalizar la conversación ha tenido que fijarse en el collar que llevo, se ha tenido que fijar y preguntar.
Todavía resuena en mi cabeza esa pregunta, me dijo: ¿Como mola ese diente de tiburón, te ha costado mucho conseguirlo?
Un recuerdo que creía ya enterrado volvió ha invadirme, y rompí a llorar, Luís, preocupado al ver mi reacción, me dijo: ¿he dicho algo malo?

No, le respondí, lo que pasa es que este colgante tiene una historia, y en esa historia esta su precio.
-Mira, ¿te acuerdas que antes, hace un tiempo atrás, iba mucho con Marcos a pescar?
-Es verdad, ¿Que ha sido de el?-
pues, veras…, falleció hace dos años
-¿Qué?, ¿Pero como…?
Cada vez que intentaba recordarlo todo para empezar a contárselo, el llanto se hacia mas intenso, y el recuerdo se hacia un tanto doloroso para mi, pero finalmente, me tranquilice un poco y le relate la historia…
Faltaba una semana para que acabase el verano, era sábado y habíamos quedado para ir a pescar como hacíamos todos los sábados con la barca de su padre.
-¿Ya sabes, no? primero pescábamos con las cañas y luego un poco de pesca submarina, mas que nada por pasar el rato
-Ya lo se, ¿y que pasó?
Teníamos las cañas tiradas, para ver si picaban, y mientras, aprovechábamos y mirábamos la presión de las bombonas de oxigeno para la inmersión de mas tarde.
A unos cuatrocientos, o quinientos metros de nosotros había un barco anclado, el S.S. Shark, mas tarde me entere que era un barco que transportaba a unas especies protegidas de tiburón, aunque eso ahora no importa, desde el principio no me dio muy buen espina, pero ya sabes como era Marcos, nada le importaba y nada le daba miedo.
Ya habíamos recogido las cañas y las estábamos guardando, lo recogimos todo antes de pasar a la pesca submarina, de repente sonó una alarma, como si se hubiera escapado algún preso o algo parecido.
Marcos, que noto que yo me había puesto nervioso me dijo: tranquilo, si seguro que eso no es nada, tendrán alguna avería.
Yo solté una risa floja y le conteste: Tío, seguro que esa alarma no es de ninguna avería, además, ¿si se han averiado, de que sirve dar la alarma?
Marcos, para acabar de tranquilizarme y que me olvidase de la alarma soltó: Que si hombre, tu tranquilo y ayúdame a cargar los arpones o no podremos ir a pescar nunca.
Yo no le di más importancia al asunto y fui a ayudarle, después de unos minutos poniendo a punto los arpones, Marcos se acerco a uno de los extremos de la barca para coger las aletas y las gafas, de pronto, algo sacudió la barca con tanta fuerza que los dos caímos, yo tuve suerte y caí de culo dentro de la barca, sin embargo, Marcos tubo la mala suerte de caer al agua. Me reincorpore tan rápido como pude, empecé a mirar a mi alrededor y vi que estaba solo, y me dije, Marcos debe haber caído al agua, acto seguido una pregunta me vino a la mente, ¿contra que habremos chocado?, Y por desgracia mi mirada se topo de nuevo con aquel barco y una palabra me vino a la mente “tiburón”, corrí hacia el lado donde vi a Marcos por ultima vez, al llegar oí su voz que me decía: oye, ¿me vas a ayudar a subir, o espero a los de la cruz roja?
-Marcos, rápido tienes que subir.
-¿Que pasa?, tranquilo estoy bien, no me he hecho nada.
Cuando vi a aquel escualo acercándose amenazador con su feroz mandíbula abierta y su gran velocidad, me estremecí, el miedo se apoderó de mí, me quede petrificado, sin poder decir nada.Marcos intentaba hacerme volver: ¡Ricky!, ¿estas atontado o que te pasa?, ¿me piensas ayudar a subir?, que el agua esta fría.
Tal y como yo temía el tiburón lo acabo agarrando, y una serie de gritos desgarradores inundaron toda la playa, llamando la atención de todos.
Yo me quede sin hacer nada mientras el tiburón lo zarandeaba y lo golpeaba contra la barca. Marcos me pedía ayuda una y otra vez, pero yo no respondía, me quede petrificado viendo todo aquel espectáculo.Una de tantas veces me grito: ayúdame por favor, ayudam…, no pudo acabar la frase, el tiburón lo sumergió.En unos segundos volvieron a emerger, Marcos estaba libre, y gritaba entre quejidos de dolor: joder, mi pierna, no esta; el extendió su mano buscando la mía y lo agarre para intentar subirlo, nuestras miradas se cruzaron, sus ojos eran puro miedo, (ahora cuando cierro los ojos veo los suyos, esa mirada me persigue a donde vaya) pero el tiburón se adelanto y lo volvió a enganchar, se agarro a la barca y me dijo: usa el arpón, en ese instante el tiburón volvió a tirar de el y se soltó.

Yo corrí a por mi arpón, me asome al agua y lo vi, estaba devorando a mi amigo, sin dudar ni un solo instante apunte a la cabeza, mas o menos se donde tienen el celebro, así que dispare y lo soltó ipso facto.
El tiburón ya no volvió a aparecer, pero Marcos estaba flotando boca abajo en el agua, lo subí como pude y me quede llorando a su lado, en su pecho estaba el diente clavado, al verlo, se lo arranque y me lo quede, finalmente la patrulla costera llego, nos llevaron a la playa, y avisaron a sus padres, nunca olvidare sus caras de dolor, y mientras me abrazaban se compadecían de mí, diciéndome: tranquilo, no podías hacer nada.
Nunca tuve el valor de decirles que eso era mentira, que de haber reaccionado antes, su hijo ahora estaría vivo, que todo hubiese quedado en un anécdota y ahora posiblemente Marcos y yo la estaríamos recordándolo entre carcajadas, ojala hubiese caido yo en tulugar, seguro que me hubieses salvado.
- Y por eso llevo el colgante, para recordarme que no ice nada, fue como dejarlo morir.
- Cuando acabe de contarle la historia Luís se había quedado mudo, solo pudo decir: vaya, si que te costo caro el diente.
Pero lo peor no es eso, llevo dos años sin poder dormir bien por las noches, esa pesadilla me persigue una y otra ver. Pero todas las noches al igual que aquel espantoso día que aun no he conseguido olvidar, no ago nada para salvar a Marcos, lo dejo morir una y otra vez.
Marcos estés donde estés, espero que puedas perdonarme, porque yo nunca lo aré…

4 comentarios:

Enrique dijo...

Muy buena historia, sobrecogedora como a mi me gustan

El Maestro de la Nada dijo...

Me encantan tus historias porque les das mucho sentimiento
sigue asi
ademas siempre con un toque melodramatico ^^

Felipe dijo...

El final lo has bordado, te lo digo como el más "ejperto" en escritura ^^

Anónimo dijo...

En mi opinion el mejor que has escrito.
Simplemente genial.